En estos días tan duros que nos están
tocando vivir, muchas son las reflexiones que se pueden extraer del por qué
hemos llegado hasta este punto y cómo
vamos a salir de él.
Un ser diminuto, tanto que no se ve ha
detenido nuestra vida en medio de un gran paréntesis donde unos nos vemos
obligados a vivir confinados y otros, a luchar una batalla encarnizada para
recuperar nuestras vidas a costa de la suya propia.
Hemos pasado de la incredulidad a la
incertidumbre. A ver la cosa desde lejos a vivirla en primera persona. Pequeños
gestos que hacíamos por inercia, cobran ahora un inmenso valor al vernos
privados de poder hacerlos: un abrazo,
un beso, un simple apretón de manos, salir a la calle y pasear,…
Y es entonces cuando me viene a la
cabeza la fábula de la liebre y la tortuga. Y pienso que hemos pecado de ser
LIEBRES, siempre corriendo, siempre con prisas, con multitud de tareas, con
días de 24 horas que se nos hacían insuficientes. Ufanos, omnipotentes e
intocables; ciudadanos de un primer mundo donde nada nos puede afectar. Y de
pronto, casi sin creerlo, como en un guion de película apocalíptica, nos vemos
vulnerables, débiles e indefensos.
Y nos toca ser TORTUGA. Para
reemprender el camino de manera más pausada, sin pausa pero sin prisa,
deteniéndonos en los pequeños detalles, en las verdades que prevalecen, las que
son eternas y nunca fallan, dándole tiempo al tiempo; volviendo a sentir el
aburrimiento, ¿qué era eso?.
Y así, poco a poco, el Planeta, con la
tarea que nos toca a cada uno, seguirá girando con su ritmo natural y la vida
proseguirá. Así ha sido durante siglos; tantas veces la Humanidad se ha visto
expuesta a catástrofes, naturales o provocadas por ella misma y ha resurgido
con más ímpetu, con valores renovados, con esa fuerza que nos caracteriza y que
ahora está tan en boga nombrar:
RESILIENCIA.
Y volverán los abrazos, los besos, los
apretones de manos; las calles llenas de gente, los niños jugando en el parque,…,
y miraremos todo con ojos nuevos, con una mirada más limpia, más serena, más
agradecida.