(Este anuncio fue escrito hace unos meses, sin embargo, por timidez, no quiso ver la luz hasta el día de hoy. Quisiera dedicárselo a todos los que fueron arte y parte de este hermoso alumbramiento)
“¿Sabéis una cosa? Acabo de ser mamá de nuevo, ¡y ha sido niña! No os podéis imaginar lo feliz que estoy. Si la vierais…, mi niña es preciosa, y no es pasión de madre, realmente lo es, todos lo dicen.
La verdad es que todos estamos encantados. No fue una niña buscada, vino por sorpresa, cuando ya creíamos que su hermano mayor se iba a quedar solo. Sin embargo, ha sido muy deseada y toda la familia ha querido ser parte de este embarazo tan especial.
El embarazo ha sido muy bueno, sin complicaciones, salvo algunos achaques propios del final, pero a mí se me ha hecho muy corto. Tal vez sea porque todos quisimos preparar algo especial para el nuevo miembro de la familia.
Lo más peculiar ha sido su cuarto. Todos han participado en él. El primero de todos, su padrino, que es un artista, y ha decorado las paredes de la habitación con dibujos de un bosque encantado, un jardín de lindas flores, un castillo y unos naipes, que seguramente harán soñar a mi niña con un mundo maravilloso. Entre todos han llenado la cuna de peluches de animales: un gatito, un lirón, una liebre, una oruguita,… ¡hasta un simpático sombrerero! A mí, particularmente, el que más me gusta es un conejito blanco, vestido con frac y chistera. También le hemos comprado muchos vestiditos, mi preferido, uno lindísimo de color azul.
Y llegó el momento del parto. Ha sido un parto largo, pero nada difícil, donde puse todas mis fuerzas para que mi niña naciera sin problemas, y así ha sido. Toda la familia la recibió con mucha alegría, pues todos estaban ansiosos por verla. Y aquí está ya. ¡Ah! Se me olvidaba, ¿sabéis cómo la vamos a llamar? La vamos a llamar… ALICIA.”
“¿Sabéis una cosa? Acabo de ser mamá de nuevo, ¡y ha sido niña! No os podéis imaginar lo feliz que estoy. Si la vierais…, mi niña es preciosa, y no es pasión de madre, realmente lo es, todos lo dicen.
La verdad es que todos estamos encantados. No fue una niña buscada, vino por sorpresa, cuando ya creíamos que su hermano mayor se iba a quedar solo. Sin embargo, ha sido muy deseada y toda la familia ha querido ser parte de este embarazo tan especial.
El embarazo ha sido muy bueno, sin complicaciones, salvo algunos achaques propios del final, pero a mí se me ha hecho muy corto. Tal vez sea porque todos quisimos preparar algo especial para el nuevo miembro de la familia.
Lo más peculiar ha sido su cuarto. Todos han participado en él. El primero de todos, su padrino, que es un artista, y ha decorado las paredes de la habitación con dibujos de un bosque encantado, un jardín de lindas flores, un castillo y unos naipes, que seguramente harán soñar a mi niña con un mundo maravilloso. Entre todos han llenado la cuna de peluches de animales: un gatito, un lirón, una liebre, una oruguita,… ¡hasta un simpático sombrerero! A mí, particularmente, el que más me gusta es un conejito blanco, vestido con frac y chistera. También le hemos comprado muchos vestiditos, mi preferido, uno lindísimo de color azul.
Y llegó el momento del parto. Ha sido un parto largo, pero nada difícil, donde puse todas mis fuerzas para que mi niña naciera sin problemas, y así ha sido. Toda la familia la recibió con mucha alegría, pues todos estaban ansiosos por verla. Y aquí está ya. ¡Ah! Se me olvidaba, ¿sabéis cómo la vamos a llamar? La vamos a llamar… ALICIA.”