Tal día como hoy, 20 de Diciembre, a esta misma hora, me encontraba yo muy “malita”. Después de nueve meses menos un día, y tras cuatro horas y media intensas horas de parto, a las una de la tarde, venía al mundo mi primer hijo. Así que hoy cumple quince añitos y yo todavía cierro los ojos y puedo ver su ceño fruncido, el mismo que aún suele poner cuando está triste.
Fue un bebé muy deseado, el primer nieto y sobrino de ambas familias, y aunque ciertos miembros se decantaban por la niña, desde primera hora tuve la absoluta certeza que su nombre no sería femenino, puede llamarse sexto sentido maternal, no sé, pero yo le hablaba a mi barriga en masculino.
El embarazo fue fenomenal, desde entonces, siempre digo que es el estado ideal; uno de mis más gratos recuerdos son las “charlas” que manteníamos, yo hablándole y él contestándome con sus patadas.
Así que aquel mediodía, tras siete días ingresada y con parto inducido, vio la luz una de las dos mejores cosas que yo he hecho en mi vida. ¿Qué puedo decir? Que era el bebé más hermoso que había visto nunca. Después de meses imaginándome su carita, era sencillamente…perfecto. En aquella larga semana de espera en la que por las noches subíamos a ver a las compañeras que ya habían dado a luz, siempre pensaba al ver a sus niños: “¿Será el mío como éste, tan bonito?” Y cuando lo tuve en mis brazos no podía dejar de mirarlo, era infinitamente más lindo de lo que yo pude imaginarme.
Era un bebé tranquilo y feliz, se entretenía solo durante horas y apenas lloraba. El bebé dio paso a un niño alegre y extrovertido, con una precocidad extrema en el aprendizaje del habla, con sólo un año mantenía unas conversaciones que dejaban boquiabierto al personal; también poseía un don más que especial para las artes escénicas, del que todavía hace gala. Ahora, el niño está dando paso a un joven sensible, reflexivo, cariñoso, amante de la lectura, con una facilidad extraordinaria para las matemáticas (en eso ha salido al padre) y para la informática. Su gran don, la serenidad, tiene un temple que ya quisiéramos la mayoría y una creatividad extrema.
Hoy mi niño bonito cumple quince años, y espero que ese joven que va tomando forma, de paso, con el tiempo, a un hombre de bien, responsable y trabajador. Esa es mi tarea, a la que me comprometí desde que nació, pero he de reconocer que no ha sido una tarea ardua, porque él me lo ha puesto muy fácil.
¡Felicidades, mi tupi-tupi!
4 comentarios:
FElicidades a tu niño ¡¡y que cumpla muchos mas y se haga un buen hombre sobre honorable.
Me alegro mucho por ti guapa.
perdona que te tenga abandonada pero ultimamente no tengo ni tiempo, ademas de andar pasandolo un poco mal.
Bueno te dejo mis felicitaciones para tu hijo y que paseis unas felices fiestas.
besos
Muchas felicidades para el niño bonito!! Verdad que esas primeras horas, esos primeros días, no podemos dejar de mirarles?? Verdad que hasta que mueva un dedito nos hace tal gracia como si hubiera hecho una obra de arte??
Como somos las madres eh??? Pero tu de tu niño bonito ya puedes estar orgullosa, sino ya me dirás cuando le den las notas en un par de días!!
Muchas felicidades y preciosa entrada, mama-que-se-le-cae-la-baba, jeje.
Mi querida amiga ya saludé a tu niño bonito en tu cocina pero vengo a dejarle muchos cariños y una oración para que Dios lo guíe siempre.
Es de verdad muy bonito tu niño. Te felicito.
Felicidades!!
Abrazos. Muchos.
"EN CADA NAVIDAD LA FE CRECE,
EL AMOR SE RENUEVA"
Mi querida amiga deseo para tí y quienes amas una FELIZ Y SANTA NAVIDAD.
Besos.
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