miércoles, 31 de diciembre de 2014

Esencia

Iba a empezar diciendo "hemos sobrevivido al 2014", pero releyendo aquellos deseos que pedí con cada campanada del año que ya termina me parece injusto.  Gracias a Dios, se han cumplido casi todos por lo que no debo ser desagradecida.
 
Así que ahora lo único que pido es VIVIR, que no es poco ya que ahora estoy empezando a comprender que en esta vida todo es cuestión, bien de suerte, bien de voluntad, o mejor dicho, de voluntades y que las cosas se dan o no.
 
Eso sí, pongo por bandera mi entusiasmo, mis esperanzas y mis sueños "imposibles", esos que vuelven locos a mi círculo de confianza y por los que mi corazón y mi pensamiento vuelan muy, muy lejos aún teniendo los pies bien anclados en el firme pero ¡cómo soñar es tan bonito!
 
Sólo me resta desearos lo mismo, que seáis fuertes, confiados, agradecidos, esperanzados.  Recordad: LA VIDA ES UNA AVENTURA, ¿estáis dispuest@s a vivirla? ¡Feliz 2015 a todos!

sábado, 6 de septiembre de 2014

No es un adiós



La vida es un camino de vuelta. De Dios venimos y a Él volvemos.  Nuestra vida no es más que un peregrinar más o menos extenso por este mundo intentando dejar huella fecunda a nuestro paso hasta que volvamos a nuestro origen.  Por eso, Dios manda ángeles a la Tierra, dándoles forma humana para que nos ayuden a no perdernos durante nuestro viaje. 

Nosotros tuvimos la suerte de conocer a uno de ellos y de compartir con él una etapa en la que el exceso de señales podría habernos confundido y habernos hecho tomar un rumbo equivocado.

Durante el tiempo que nos acompañó nos enseñó a reconocer las señales correctas: el sentido de la amistad, el significado de pertenecer a una gran familia que, con pies de barro, tiene sus ojos puestos en la luz de Cristo y con ello, el compromiso de pasar el testigo; de muchos de nosotros fue, además, testigo de nuestro compromiso de vida.  Luego, nuestras rutas se separaron aunque siempre mantuvimos la esperanza de volvernos a encontrar en diferentes etapas del camino. Y así ocurrió.

Sin embargo, hoy es un día agridulce pues cuando un ángel realiza su cometido con éxito, Dios lo llama de nuevo a su presencia; y los que seguimos caminando sentimos cierto vacío en nuestro corazón, aún a sabiendas que ahora hay un ángel más en el Cielo que seguirá velando por nosotros, de hecho, si prestamos atención podemos sentir el roce de sus alas; pese a ello, el sentimiento de nostalgia es inevitable.

Pero la nostalgia se vuelve gozo y la lágrima, sonrisa al recordar los bellos momentos compartidos: la excursiones al arroyo Toquero, los campamentos en Tolox, las fiestas en la guardería, las partidas de ping pong tras el altar de la iglesia o las tardes de verano en el patio, las verbenas de San Juan con sus sainetes de los Álvarez Quintero,  los champiñones al ajillo en Casa Galindo,…

Por todos estos recuerdos y por muchos más, esto no es un adiós, simplemente es un hasta luego, pues la esperanza de volver a encontrarnos, más tarde o más temprano mantiene la ilusión de seguir sembrando en nuestro camino con el anhelo de ser huella para los que sigan nuestros pasos. Descanse en paz, D. José Carretero Ruiz, aunque para nosotros es y será siempre, Pepe el cura.

martes, 15 de abril de 2014

Un giro de tuerca

Es que no tenemos remedio.  En mi tierra hay una expresión que dice así: "Culo veo, culo quiero", de la que no hace falta explicar qué es lo que quiere decir de lo obvia que es. Uno de los múltiples motivos que nos llevaron a la crisis que todavía estamos soportando y a la que no parece vérsele el fin fue que nos inculcaron la idea de que "tú vales, tú puedes, tú te lo mereces, ¿a qué esperas?", y así nos ha ido; las vacas engordaron a más no poder (unas más que otras) y de tanto engordar... explotaron.  Vivíamos en el paraíso terrenal, adormecidos por cantos de sirena, sin escuchar el chirriante prevenir de los Pepitos Grillo, esas voces que nos decían que aquello no era normal, que todo lo que sube, baja y que nada es eterno en esta vida, y lleguó el declive. Y a más de uno lo cogió desprevenido y así nos va ahora.

Lo fácil que es acostumbrarse a lo bueno y lo difícil que es al contrario, ¿verdad? y, sin embargo, ¡cuántas familias han tenido que acostumbrarse no ya  a lo que tenían "antes de" sino todavía más bajo, incluso rozando los límites de la pobreza o sobrepasándolos.

Nos acostumbraron a la opulencia, después nos hablaron y obligaron a la austeridad, eso sí, sin dar ejemplo, aún  siendo con éste como mejor se enseña. A veces pienso que somos como  las piezas de una partida de ajedrez que juegan unos pocos y todos nos movemos para adelante o para atrás según su voluntad.

Hoy me quedé a cuadros viendo un anuncio publicitario en televisión, no me acuerdo exactamente que vendía pero el lema que aparecía escrito (que no hablado) decía así: "lo quiero, lo tengo", ¡ole, con un par! Eso se llama aprender de los errores.  Es para coger a unas pocas de esas malvadas sirenas y espetarlas una detrás de otra.  Desde luego que el publicista se quedaría tan a gusto.  En conclusión: seguimos en las mismas. Y es que el hombre es el único animal que tropieza dos (y tres, y cuatro,...) veces con la misma piedra.

En fin, yo doy gracias al cielo primero, porque no estoy para tantos dispendios y, segundo, por tener sentido crítico...o al menos, eso creo.