domingo, 12 de diciembre de 2010

TE-COA-TLA-XOPE


Cuenta la tradición que en el 9 de Diciembre de 1531, iba el indio Juan Diego a escuchar misa al Convento de Tlaltelolco, y al llegar al pie de monte Tepeyac, oyó un canto de pájaros y una voz que lo llamaba, subió a lo alto donde se le apareció la Virgen María que le pidió que fuera al Obispo y le dijera que construyera un templo en su honor.

Juan Diego fue presto a dar el recado al Obispo Zumárraga, pero éste no le hizo mucho caso y le pidió que fuera otro día. Juan regresó al Tepeyac bastante decepcionado pero la Virgen le pidió que lo intentara al día siguiente.

Así lo hizo, y esta vez, el Obispo le pidió una señal, era el día 10. Juan Diego corrió a decírselo a la Señora pero Esta le pidió que regresara al día siguiente para entregarle la señal. Pero el indio no pudo hacerlo, porque su tío, Juan Bernardino, cayó muy enfermo. Así que el día 12, estando Juan Bernardino moribundo, Juan Diego se apresuró a traerle un sacerdote de Tlaltelolco, y al llegar al cerro decidió pasar por el lado este para no encontrarse con la Virgen, para poder atender primero a su tío. Cuál fue su sorpresa cuando la vio bajar y salirle al encuentro. El indio le pidió disculpas y la Señora le dijo que no se preocupara por su tío, que éste sanaría pero que él subiera a lo alto del cerro y recogiera unas hermosas flores que habían brotado y que se las llevara al Obispo como señal, para que éste viera y cumpliera lo que Ella había pedido. Juan cortó las flores y las colocó dentro de su kilma y corrió hacia la casa del Obispo.

Cuando llegó ante Fray Juan de Zumárraga, obispo de la ciudad, le contó los detalles de su cuarta aparición y desplegó su manto y, ante el asombro de los allí presentes, las flores cayeron al suelo, impregnando la estancia de un maravilloso aroma y todos vieron con enorme sorpresa la imagen de la Virgen estampada en la burda tela del manto.

Ese mismo día, la Virgen curó a Juan Bernardino, tío de Juan Diego y le contó lo que le había pedido a su sobrino; al hablarle en lengua azteca dijo “te-coa-tla-xope”, que quiere decir “aplastará a la serpiente de piedra”. En tiempo de Moisés y muchos años después un gran cometa recorría el espacio. Tenía la apariencia de una serpiente de fuego. Los indios de México le dieron el nombre de Quetzalcoatl, que significa “serpiente con plumas”. Tanto miedo les daba que le ofrecían sacrificios humanos y le hacían ídolos de piedra, en forma de serpiente emplumada, a los cuales adoraban.

Después de ver la sagrada imagen y leer lo que les dijo, los indios abandonaron sus falsos dioses y abrazaron la Fe Católica. Ocho millones de indígenas se convirtieron en sólo siete años después de la aparición de la imagen.

Los españoles al oír a Juan Bernardino les sonó como "de Guadalupe”, de ahí proviene la advocación a la Virgen.

Hoy es 12 de Diciembre, festividad de Ntra. Sra. De Guadalupe, para mí es un día muy especial, porque es el día de mi santo, y el de mi madre también. Y mi bisabuela se llamaba igual. Siempre he estado muy contenta y orgullosa de mi nombre, ya que por lo menos, aquí en España no es un nombre muy usual. Algunas personas se confunden y me dicen Lourdes, lo que me resulta rarísimo, porque no entiendo la confusión. He conocido personalmente sólo a siete mujeres más con mi nombre: mi madre, una vecina, dos compañeras del colegio (en 8º de EGB coincidimos las tres juntas en clase), una amiga religiosa, una chica que coincidió conmigo en una tienda y una monitora que tuve en mantenimiento físico. Para los extraños soy Guadalupe, para mis amigos, Lupe y para mi madre (y mis vecinas), Lupilla. De lo que más presumo de mi casa es de un lienzo enmarcado con la imagen de mi Virgencita que un amigo me trajo desde Méjico.
Hace años que la historia de Juan Diego me encandiló y hoy quiero felicitar a mi madre, en primer lugar y a todos los que compartimos este precioso nombre, mujeres y hombres (sí señor, que también los hombres pueden llamarse Guadalupe), a todos los Lupes de Méjico, país hermano que espero algún día la Virgen me permita visitar. Y no me olvido de mi “hermano mayor” Antonio, a quien la Señora siempre lo acompaña desde el día en que nació, y que fue quien me regaló este hermoso lienzo, para él unas mañanitas bien cantadas en el día de su cumpleaños.

Espero que paséis un lindo día y que no olvidéis que la Virgen siempre nos acompaña, ¡muchísimas felicidades!

2 comentarios:

♥Alicia dijo...

Mi querida Lupe, ¡Feliz día amiga querida!. Te cuento que tengo una ahijadita de 5 años, que se llama Guadalupe, para mí es Guadi. Ya conocés una Guadalupe más.

Me encantó la historia de Juan Diego y la aparición de la Virgencita de Guadalupe, y muy tierno el agradecimiento a tu madre y tu orgullo por el nombre que tíenes. ¡Que nuestra Señora de Guadalupe te guíe siempre por caminos bendecidos!
Cariños para tu madre.
¡Feliz Semana! y
un súper abrazo.

♥Alicia dijo...

Amiga querida vengo a saludarte y desear para tí una Feliz semana navideña.
¡Que el Niño recién nacido traiga abundantes bendiciones para tí y tus seres queridos!
Besos y abrazos.
¡Feliz Navidad!!