domingo, 24 de enero de 2010

Un maravilloso don

“Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe. Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada.Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada.El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tienen en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor no pasará jamás. […]”

Esta hermosa carta fue escrita hace unos dos mil años, y sin embargo, al día de hoy, no ha perdido ni un ápice de su significado. Es todo un alegato de intenciones para poner en práctica en los tiempos que nos han tocado vivir. Es muy fácil decir “te amo”, pero qué difícil es vivirlo de esa manera. ¡Tantos amores! El amor de padre, de hijo, de hermano, de cónyuge, de amigo,…Todos únicos y diferentes, pero con un mismo sentido. Es lo que mueve el mundo, aunque, a veces, parezca lo contrario. Es un hermoso don, el que nos da nuestro carácter humano… y nuestro carácter divino.

1 comentario:

Toñi dijo...

Esa cita de la biblia fue la que leí yo en mi boda, me encanta.