¿A dónde llevará este sendero? Voy a seguirlo, tengo curiosidad. Además, no tengo prisa y la sinuosidad del camino es como un imán que me atrae. ¿Qué encontraré más allá? Seguro que cosas hermosas; hasta ahora, el camino no me ha defraudado.
La tarde está muy agradable, los rayos de sol primaveral me acarician, colándose entre las ramas de la arboleda, con un calorcito confortable. Huele a pinos, a eucaliptos, a naturaleza viva y eterna. Sólo me acompañan el sonido de mi respiración y de mis pasos sobre la tablazón. Ando despacio, sin miedo; el camino gira, ahora a derecha, ahora a izquierda, y no tiene fin. Bajo mis pies, siento el correr del agua, pero camino segura porque sé que las tablas me sostienen. Algún ser acuático acaba de saltar al agua, feliz de la vida y, sobre mi cabeza, en las ramas de los árboles, los pájaros hablan entre sí.
El tiempo parece haberse detenido y una paz inmensa llena todo mi ser. Si alguien me preguntase ahora mismo que siento, respondería: “Soy feliz".
(Dedicado a ElAelito y compañía, por haber compartido este camino)
3 comentarios:
Que bonito, la foto es preciosa, pero el texto, sin palabras...........
Así sea. La felicidad viene proporcionada por lo que yo llamo "los pequeños placeres": un gesto, un olor, una sonrisa, un paseo por el campo... La vida está lleno de esos ratitos, tan solo hay que buscarlos.
ElAelito
mi nuevo blog.
http://iris-alasparavolar.blogspot.com/
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