lunes, 19 de abril de 2010

El mapa de los recuerdos. Prólogo

Todo lo que llegamos a ser, nuestra forma de estar, de pensar, de actuar, de amar, incluso de odiar no sólo es fruto de nuestra genética sino también de nuestras vivencias, de nuestra relación con el entorno que nos rodea, y, de un modo casi imperceptible, de nuestros sentidos, o más bien, del papel que juegan cada uno de ellos: vista, olfato, oído, gusto y tacto, en configurar lo que yo llamo nuestro particular “mapa de los recuerdos”.

Cada mapa es personal e intransferible, ninguno es igual a otro, aunque puedan coincidir en algún “punto geográfico”. Pueden ser más o menos extensos, con “mares” u “océanos”, con “desiertos” o “fértiles valles”.

Del mismo modo que nos resulta interesante elaborar nuestro árbol genealógico o nuestra carta astral, sería curioso dar forma a nuestro personal mapa de los recuerdos. Sería una buena manera de saber de dónde venimos y hacia dónde vamos o queremos ir.

2 comentarios:

Iris Martinaya dijo...

Que bonito, y lo de prologo quiere decir que continuaras. El titulo precioso, la idea estupenda y el prologo te quedo genial. Y tienes nueva decoración, esta estupendo.

BESOS

Isabel Aguilera dijo...

Que razón tienes...
Bonita entrada, da para pensar y recordar.

Un saludo.