jueves, 9 de septiembre de 2010

El final del verano

Aunque oficialmente el verano toque a su fin el próximo día 20 ¿ó 21? (nunca tengo claro exactamente cuando es), técnicamente, en casa, terminó ayer. Hoy, día 9, es algo así como una jornada de reflexión. En breve, los bártulos de la playa volverán al trastero, los bañadores y toallas a los armarios, se retomarán los horarios de colegio y comidas y empezaremos otro nuevo año escolar.

Resulta curioso, lo mismo ocurre en Año Nuevo; existe cierto paralelismo entre ambas fechas: se planifican nuevos proyectos, se hacen propósitos de enmienda, se desea lo mejor para un nuevo comienzo,… La diferencia estriba en que en estas fechas lo hacemos con más tristeza y pereza (será porque se acaba lo bueno).

¿Cuáles son mis proyectos? ¿Y mis propósitos de enmienda? Por lo pronto, quitar de en medio todos los trastos veraniegos y ordenar la casa. Tras casi tres meses de todos en casa, a todas horas, entrando y saliendo, ésta necesita una arremangada general y empezar por una punta y terminar por la otra.

Otro campo de batalla, ayudar a mis hijos a retomar las tareas escolares; tras unas vacaciones ociosas bien merecidas deben volver a ponerse las pilas para el nuevo curso. Los libros y materiales están casi a punto, queda ultimar algún que otro detalle.

Otro proyecto más: las catequesis en la parroquia. Ardua labor, que nadie lo ponga en duda. Este año estrenamos nueva camada de catecúmenos, le pido al Señor por ellos,…y por nosotros, los catequistas (una no sabe lo que pueden llegar a sorprenderte las nuevas generaciones). Este año estrenamos nuevo material, con el que estamos muy ilusionados.

En cuánto a mis propósitos de enmienda, el principal, bajar esos kilillos que el verano trae consigo, ya se sabe: la cervecita, los helados y el ritmo más relajado hacen mella. Lo siento mucho, pero no pienso renunciar a mis caprichos bouganvilleros, pero eso sí, ahora, con la fresquita, retomaré mis largas caminatas matutinas, que son mano de santo.

Mientras tanto, soñando con el próximo verano, para el que tengo pensado un deseo muy especial, sólo me queda tararear por lo bajinis, aquella canción del Dúo Dinámico, cual escena de Verano Azul y suspirar diciendo: “¡Adiós, verano, adiós!”

(Imagen obtenida de Google)

4 comentarios:

Iris Martinaya dijo...

Que recuerdos me trae esta foto. Por más que viera mil veces verano azul, me seguiría gustando. Se muy bien que las catequesis que das, no son nada fácil. Doy fe de ello, pues a mi hija la preparaste muy bien.

Y si, haber si es verdad y retomamos las caminatas de por la mañana, que el año pasado, nos parábamos en cualquier sitio a charlar y al final que ande tu tía.

Besos y feliz fin de semana

♥Alicia dijo...

Amiga, gracias a Dios que disfrutaron de unas lindas vacaciones... y ahora a empezar con las actividades diarias...
Es verdad que cuando terminan las vacaciones uno siente cierta tristecita... pero bueno, ya es un regalo de Dios ese tiempo, sin reloj, en familia y con amigos.
Estuve mirando la foto. Se los ve a todos felices y estuve adivinando cuál es mi amiga Bouganvilla y el corazón se acelera de felicidad y no le escucho lo que me dice... jaja
¿podrías decirme tú cuál eres en la foto?
Un abrazote

Bouganvilla dijo...

¡Ay, Alicia! Esta foto no es mía, es de una famosa serie de televisión de los 80 que se llamaba "Verano Azul". Ya quisiera yo haber tenido el tipito de las niñas, y ahora más, treinta años más tarde y con dos partos.
Te prometo que busco una foto en la que salga bien y la publico, pero es que me da un poquito de vergüenza, que los años no pasan en balde.

♥Alicia dijo...

jajaja... ay amiga, disculpame, yo no ví "verano azul"... jaja
Los años no pasen en balde y menos para tí que tienes una bellísima familia
Te quiero mucho amiga.
Besitos